domingo, 8 de febrero de 2009

Ser inmigrantes - Ser hospitalarios.

Con las nuevas formas de comunicacion las distancias se han acortado, los lugares se han acercado, el concepto de ‘tierra’ ha cambiado rotundamente. Esto ha propiciado y acelerado el movimiento de gente de un lugar a otro.

Esto ha generado una amplia variedad de posibilidades y problematicas en la trama social. Desde las posibilidades de mercado hasta el resurgir de antiguas reacciones reacistas y xenofobicas.

Frente a esta nueva realidad, creciente e incontenible, es de TODOS la responsabilidad de establecer criterios, limites y parametros para adaptarnos adecuadametne en esta interaccion. Sin avasallo, sin represeion, en libertad, respeto y tolerancia.

Sumado a esto la iglesia tiene mucho de decir y hacer. Por largo tiempo hemos permanecido indiferentes y algunas veces lamentablemente asociados a represores, opresores, dictadores y genocidas. Pero ¿qué clase de iglesia es la que cierra los ojos al necesitado?, y ¿qué clase de iglesia esla que no pregona y proclama el evangelio de Reino en donde quiera que sea trasladada?. Sea que vayamos o vengamos, que incluyamos o nos incertemos; de todas maneras la asignacion de ‘ir y hacer discipulos’ es una voz que no podemos desoir y una tarea que no podemos esquivar.

¿Dónde están los lectores?